Star Wars: The long voyage of The Stor Fremtid

La tripulación despedía a sus amigos en el planeta de Hapes, una tristeza se notaba en el rostro de Eloun.

-No deberías de estar triste niño, hicimos lo que pudimos, nada lo cambió, es tiempo de irnos-, dijo el capitán Rhoades al Miraluka quien se asomaba tristemente por la ventanilla.

-Que la Fuerza acompañe a Charona, que encuentre paz en ella-, dijo el pequeño mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla.

Todos tomaron sus puestos y despegaron la nave. El silencio estuvo presente hasta que hicieron el salto hiper-espacial.

-¿Qué haremos ahora capitan?, tenemos una buena cantidad de créditos con nosotros, ¿Iremos ahora a Nar Shadaa?-, preguntó Oola.

-No cariño, tenemos que ir a Corellia por provisiones-, le contestó.

-¿Y QUÉ VAMOS A HACERR EN CORELLIA SEÑORRR?, preguntó Groanhard.

-Suministros, necesitamos suministros para lo que viene. La República me ha aburrido, necesitamos nuevos retos, necesitamos salir-, respondió con determinación.

-Disculpe que me entrometa en sus pensamientos señor, pero la última vez que decidimos "salir" de territorio conocido, recuerde lo que pasó-, dijo Oola atentamente.

-SI SEÑORRR... FUIMOS ATACADOS, PERRRSEGUIDOS Y ENCERRRADOS... BUENO... ESO ÚLTIMO FUE DIVERRRTIDO-, argumentó el Bothan.

-Olvidas lo más importante amigo mio. La encontramos a ella... a mi hija-, decía Rhoads con una sonrisa.

-Pero a cambio perdimos a algunos camaradas. Jannik, Tsok Omol, Einhart... grandes amigos...-, dijo en tono triste Oola. -Además, tenemos a la hija de su amigo Loopak, al señor Mailo y al pequeño Eloun. No están experimentados para poder ir a Territorio Salvaje-.

-Ya he tomado una decisión, y no se preocupen, que ellos estarán bien. Tienen la actitud necesaria. Además, cobraré un favor que me deben-.

-¡NO SEÑORRR, ÉL NO!-.

El capitán rió estrepitosamente, -Calma Groanhard, no creo que sigas resentido desde que él te dejó atorado la última vez en tu asiento-.

-NO SEÑORR, LO QUE PASA ES QUE NO SIENTO APRRRESIO PORRR ÉL-.

Eloun entró a la sala de control con la cabeza gacha. Oola lo acercó a ella y le abrazó.

-Vamos Eloun, sonrie-.

-Lo haré, cuando el capitán deje de ser feo-, dijo el pequeño mientras le enseñaba la lengua al capitán.

Todos rieron en la habitación mientras Rhoades perseguía al Miraluka por la sala de control como era de costumbre.


El viaje estaba por comenzar, la tripulación se aventuraría a una experiencia que muy pocos están dispuestos a tomar. Un camino dificil, mortal... el camino que pondría a prueba el valor de la tripulación del Stor Fremtid.

VIOLENCIA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Lo último me agrado, solo que iv necesito los detalles de lo que ocurrio para saber como es que va mi personaje, lo que si que me late lo que vendra de ahora en adelante

Bueno sin mas por el momento me retiro

Atte. yo

La nave salía del salto, dejando ver el planeta de Kashykk.

-La última vez que venimos aquí, fue una gran... experiencia-, sonreía Rhoades.

-Capitán, le ruego que solo pase a lo que venimos, nunca ha sido del agrado de los Wookies su presencia en Kashykk-, dijo un tanto preocupada Oola.

-No se preocupe señorita Peel, Groanhard vendrá conmigo-, dijo con una sonrisa perversa en el rostro.

Groanhard pasaba con unas cajas, las cuales dejó caer estrepitosamente cuando escuchó lo que decía su capitán.

-¡¿QUÉ?!, ¡SEÑORRR!, ¡SABE QUE SOY ALERRRGICO A LOS WOOKIES!-.

-Quieras o no Groanhard, tienes que acompañar al Capitán, tanto si es una orden, como tu rango... segundo oficial-, le contestaba Rhoads.

Siendo derrotado una vez más el Bothan, tomó aire profundamente y dijo. -ESTÁ BIEN, IRÉ, PERO ELLA VENDRÁ CON NOSOTROS-. Se aproximó a un rincón de la nave, estiró la mano y sacó de la cabeza a la pequeña Twi'lek.

-Esta bien-, contestó el Capitán.

-¡¿Qué?!-, gritó Oola ahora. -Señor, es una niña que...-.

-Patrañas, a su edad, Groanhard ya había sido flagelado por guardias de Pt'Om el Hutt-.

-Pero, Groanhard es un soldado, y ha practicado eso desde que era niño-.

-CACHORRRRO-, dijo en tono de presumir el Bothan.

-Niño-, agregó Oola un tanto molesta por la interrupción. - Señor... no la lleve-.

-No le pasará nada si no se mete con ningún Wookie, además, ya que Granhard ha pedido la compañia de la señorita Loopak, él la cuidará-.

El Bothan no respondió verbalmente, solo se sentó en una silla, un tanto resignado.

-Yo quiero ir-, salió la voz de Eloun de abajo del asiento de Rhoades.

-Si ya aprendiste la lección, si, te llevaremos-, decía burlonamente el Capitán.

-Si señor, ¿Puedo salir ya?-.

El Stor Fremtid se acercaba a aterrizar en el planeta de los Wookies, donde buscarían a uno en particular que los ayudaría en su viaje a Territorio Salvaje.